Jugar Rugby es una experiencia que transforma vidas, es un estilo de vida que va ligado a cambios y que tiene una moraleja importante, siempre avanzar. La consigna de seguir adelante en nuestro deporte se fortalece en cada paso, y este es el caso de Bryan Campiño, jugador oriundo de la ciudad de Cali que a sus 27 años, y con 11 de juego, es un gran ejemplo de disciplina y orgullo para el país.

Su proceso en Tucanes pasó por todas las etapas y modalidades, y ahora nos comparte un poco de su historia como jugador, que se desarrolla en Francia. Aquí sobre este jugador que nos llena de honor y gloria.

Hace cuanto estás jugando en el exterior. ¿En qué club? ¿Qué división? Posición, todos los detalles que nos puedas dar.

 

 

¿Cómo ha sido la experiencia de jugar fuera del país? ¿Con qué rugby te encontraste? ¿Porqué y como tomaste la decisión de jugar fuera del país?

 

Qué aprendizajes en Colombia han sido un factor clave en tu carrera como rugbista profesional.

Siempre ir con la cabeza, en alto y enfocada. Que cuando estoy afuera estoy representando un país y tengo que dar lo mejor de mí, demostrarlo tanto dentro y fuera de la cancha.

Una anécdota para compartir de este proceso en el exterior.

La sorpresa de las personas al saber que vengo de Colombia puesto que no lotienen referenciado como un país de rugby, sino de fútbol y ciclismo.

¿Qué ha sido lo más difícil de este proceso?

Siempre será difícil salir de casa a un país con una lengua y cultura diferente sin tener familia ni nada alrededor.

Consejos para los jugadores que están detrás y admiran este proceso y paso al rugby profesional.

Siempre ser la mejor versión de sí mismo, teniendo la satisfacción de dar el 100% en lo que se haga. Al final, tarde o temprano, el trabajo duro y honesto tiene su recompensa.

Algún agradecimiento especial.

A mi familia que me ha apoyado, así sea duro estar sin ellos ,a mi club Sultanes que fue donde aprendí sobre el amor al rugby y en especial a Mario Fajardo mi primer entrenador, que me enseñó las bases del rugby y a todas las personas que fueron parte del proceso para bien o para mal.

 

Así Cierra Campiño, un jugador de gran corazón, empuje y talante. Él es un orgullo para el rugby colombiano.