Por: Mauro Henao, Director Deportivo Federación Colombiana de Rugby
Desde el año 2002 tengo una vinculación con la Federación Colombiana de Rugby (en ese momento pro federación) como colaborador primero, luego como empleado y desde ese momento mi discurso, para todos los que quisieron escuchar, fue hacer una inversión de la mayor cantidad del recurso para el desarrollo, entendido éste, como el aumento en la cantidad de jugadores principalmente jóvenes y toda la estructura necesaria para sostenerlos.
Luego de unos años de ir contra la corriente, ese discurso se convirtió en lo cotidiano para todas las regiones y durante más de 10 años el rugby colombiano ha trabajado en desarrollar su estructura, en aumentar la cantidad de personas vinculadas al juego en todos los niveles, con resultados que nos han convertido en ejemplo para el mundo.
Durante años, la IRB (ahora World Rugby) tenía como objetivo desarrollar el Rugby, aumentar la cantidad de practicantes, fortalecer las uniones miembros con programas de desarrollo y vincular nuevos países. El programa Get Into Rugby fue la gran apuesta de esa época y logró aumentar las cifras de manera significativa, lo que le permitió al Rugby llegar y mantenerse en los Olímpicos y adquirir nuevos mercados.
En ese momento, nuestro discurso de desarrollo, de masificación que motivaba nuestras políticas de inversión, encajaba perfecto con los intereses de la WR, estábamos en sintonía y como tal, recibimos un tratamiento privilegiado aun siendo un país perteneciente al tier 3 (más bajo nivel de la estratificación de la WR) y estando rankeados abajo del puesto 50.
Pero el enfoque está cambiando, ahora con nueva dirigencia en WR, con nuevas políticas y con nuevos enfoques, el desarrollo sigue siendo importante, pero el objetivo ahora es potencializar las competencias, aumentar el nivel de juego y así hacer el deporte más rentable, ahora el enfoque será el rendimiento deportivo.
Con este enfoque de la WR se suma que Sudamérica Rugby, con nueva dirigencia, está también empeñada en mejorar la competencia, con el AC y con la posibilidad de una liga profesional en 2020, su interés comienza a centrarse en cómo mejorar el nivel de rendimiento de las naciones más competitivas.
Ahí estamos nosotros, en medio de un panorama que nos ofrece múltiples oportunidades, pero que también nos trae muchos desafíos, pues el Rugby Colombiano hoy, no tiene la estructura para competir con los mejores de la zona A, pero tampoco está para competir con la zona B.
Hoy tenemos que decidir como Rugby Colombia donde queremos estar, si queremos dar un salto de calidad pensando en rendir al nivel de la A, hacer de nuestras selecciones unas más competitivas que puedan llegar a ser profesionales y contar con una franquicia en esta nueva liga o continuar apostando al desarrollo y esperar un poco más para mejorar nuestro nivel de manera progresiva.
En el primero de los escenarios, el desafío es enorme y se requerirán sacrificios en el desarrollo, para poder sostener durante al menos 2 años la estructura de rendimiento y poder recortar distancias con un trabajo lo más profesional posible y con esta apuesta, mantenernos en la zona A. En el segundo escenario, continuar invirtiendo la mayor cantidad de nuestro recurso al desarrollo, pero dejar que el rendimiento se vaya, pensar en alcanzarlo luego, con un trabajo que progresivamente nos puede mejorar el nivel poco a poco.
Soy un convencido de que si no entramos hoy, el tren se irá y no creo que lo podamos volver a alcanzar en muchísimos años, por eso mi invitación es a que, como país, comencemos a cambiar el enfoque, de desarrollo a un desarrollo direccionado al rendimiento y que entendamos que la Federación Colombiana de Rugby tendrá que sacrificar un poco el desarrollo, por el rendimiento, es una apuesta algo arriesgada, pero que puede traernos muchos beneficios a todos.