El rugby femenino en Colombia está en ascenso y hoy celebra un logro significativo al escalar dos puestos en el ranking mundial. Después de una impresionante victoria por 96 a 0 contra Trinidad y Tobago, equipo que ocupaba dos puestos encima de la Tucanes, el pasado sábado en la ciudad de Medellín, Colombia ocupa ahora el puesto número 26 a nivel global.

Este avance no es fruto del azar, sino del arduo trabajo y la dedicación de todo el equipo, de la Federación Colombiana de Rugby. El staff técnico ha jugado un papel crucial en este éxito. Bajo la guía del entrenador principal, sus asistentes y un conjunto de profesionales que abracan desde el área médica y preparación física hasta la psicología, las jugadoras han demostrado una notable mejora en su técnica, táctica y condición física. La preparación meticulosa y las estrategias bien ejecutadas se reflejaron claramente en el dominio absoluto mostrado durante el partido.

Las jugadoras, por su parte, han demostrado una enorme pasión y compromiso. Han entrenado incansablemente, enfrentando cada desafío con determinación y resiliencia. Su cohesión y espíritu de equipo son evidentes en cada jugada, y su esfuerzo colectivo ha sido fundamental para alcanzar este nuevo hito.

No podemos olvidar el trabajo administrativo y el apoyo constante de la Federación Colombiana de Rugby. La organización ha proporcionado los recursos necesarios, desde instalaciones adecuadas hasta programas de desarrollo, asegurando que las jugadoras tengan todo lo necesario para prosperar. El presidente de la Federación, Rafael Lozano Altahona, en un emotivo discurso, expresó su orgullo y satisfacción: «Este logro es un testimonio del esfuerzo conjunto de todos. Nuestras jugadoras han demostrado que con trabajo duro y dedicación, no hay meta inalcanzable. Estamos construyendo un futuro brillante para el rugby femenino en Colombia.»

Este avance en el ranking mundial es solo el comienzo para el equipo colombiano. Con la vista puesta en futuros torneos y competiciones, tanto nacionales como internacionales, hay una sensación palpable de optimismo y entusiasmo. El equipo está listo para seguir superándose y llevar el rugby femenino colombiano a nuevas alturas.

La comunidad del rugby en Colombia tiene mucho que celebrar y aún más por lo que luchar. Este logro es una inspiración no solo para las jugadoras actuales, sino también para las futuras generaciones que sueñan con representar a su país en el escenario mundial.