Con una larga trayectoria en el rugby colombiano, ahora Gustavo Rocha suma al Comité Ejecutivo de Sudamérica Rugby como vocal. Con objetivos claros a corto y largo plazo, trabajará por el rugby de la región impulsando el crecimiento y asegurando que el deporte se desarrolle de manera inclusiva y sostenible.

Compartimos esta entrevista donde conocerán más acerca de esta cuota tricolor.

Sobre su inicio en el rugby:

   – ¿Cómo y cuándo comenzó su trayectoria en el rugby? ¿Qué lo atrajo inicialmente a este deporte?

Mi trayectoria en el rugby comenzó por casualidad, gracias a unos amigos de la universidad. Era el primer día del segundo semestre, y al finalizar mi jornada académica, se me acercaron unos amigos y me dijeron: “Nos inscribimos en rugby”, a lo que yo respondí: “¡Qué bien por ustedes!” Ellos, entre risas, me contestaron: “No has entendido, el ‘nos’ también te incluye a ti”. Aunque no les presté mucha atención en ese momento, más tarde, ya en casa descansando, decidí tomar mis guayos y, vestido con ropa de fútbol, regresé a la universidad para asistir al entrenamiento. Desde ese día no he dejado de jugar rugby. Curiosamente, de todos mis amigos, fui el único que continuó en este deporte.

Antes de terminar el colegio, había visto un reportaje en las noticias sobre el rugby, lo que despertó mi curiosidad. Sin embargo, mi padre, un gran aficionado al fútbol, no lo veía con muy buenos ojos. Aun así, cuando ingresé a la universidad, no perdí la oportunidad de probarlo. Lo que realmente me hizo quedarme fue la acogida tan cálida que recibí desde el primer día. El ambiente de camaradería era increíble, me divertía tanto en las prácticas como fuera de ellas, y siempre lo tomé como un reto personal.

   – ¿Podría compartirnos algún recuerdo o anécdota significativa de sus primeros años como jugador?

Uno de los recuerdos que más me formó como rugbier fue mi primer equipo en la universidad. Había dos equipos de rugby: Carneros y Jabalíes, siendo este último mi equipo. Éramos 8 o 9 jugadores constantes, y completábamos el equipo para los partidos. Sin embargo, ese pequeño grupo se convirtió en mi familia y en mis confidentes, y hasta hoy siguen siendo mis mejores amigos. Compartimos juntos los cinco años de universidad y continuamos unidos incluso después, cuando los dos equipos se fusionaron y pasé a jugar para Carneros.

Experiencia en rugby en Colombia:

   – ¿Cómo describiría la evolución del rugby en Colombia durante los años en los que ha estado involucrado?

El rugby en Colombia ha tenido una evolución notable en los últimos años, tanto en términos de popularidad como de estructura. Cuando comencé a jugar, el rugby era un deporte relativamente desconocido y con una comunidad muy pequeña. Los recursos y oportunidades para el desarrollo del deporte eran limitados, y la mayoría de los jugadores, entrenadores y equipos se mantenían a base de pura pasión.

Sin embargo, he sido testigo de un crecimiento sostenido, impulsado por iniciativas tanto locales como internacionales. Los clubes han empezado a organizarse mejor, se ha incrementado la cantidad de torneos y competencias, y la difusión del rugby ha llegado a muchas más regiones del país. También ha habido avances importantes en la formación de entrenadores y árbitros, así como un mayor apoyo institucional.

Uno de los aspectos más importantes de esta evolución ha sido el aumento de la participación juvenil y femenina. Hoy en día, vemos más jóvenes interesados en el rugby desde edades tempranas, y el rugby femenino ha ganado un reconocimiento significativo. Este desarrollo integral ha hecho que el rugby colombiano siga un camino de consolidación que, sin duda, lo llevará a nuevos niveles de competencia y visibilidad en los próximos años.

   – ¿Cuáles fueron algunos de los mayores desafíos que enfrentó el rugby colombiano en sus etapas de desarrollo?

Uno de los mayores desafíos fue la falta de conocimiento y visibilidad del deporte en el país. El rugby era prácticamente desconocido, y muchas personas lo percibían como un deporte violento o peligroso, lo que generaba cierta resistencia a su práctica. Además, se tenía que competir constantemente por espacios con el fútbol, que siempre ha sido el deporte dominante. Esta situación persiste en algunas áreas, pero ha mejorado con el tiempo.

El desarrollo de entrenadores y árbitros también fue un reto significativo. En los inicios, había muy pocos entrenadores capacitados y casi ninguna infraestructura para formar árbitros. Esto, sumado a que la mayoría de los jugadores empezaban a practicar el deporte ya en la universidad, limitaba el crecimiento y la difusión del rugby desde edades tempranas.

El apoyo institucional era prácticamente inexistente, lo que significaba que el rugby dependía casi exclusivamente del esfuerzo de clubes y jugadores apasionados. Las mujeres tampoco consideraban el rugby como una opción deportiva viable, y la participación femenina era extremadamente baja.

Geográficamente, el rugby estaba concentrado en ciudades como Bogotá, Medellín y algunas zonas de Santander, mientras que en el resto del país el deporte apenas tenía presencia. Además, no había competiciones continuas, ni a nivel local ni regional, lo que dificultaba la creación de una verdadera estructura competitiva que favoreciera el crecimiento y la mejora del nivel de juego.

   – ¿Qué cree que hace único al rugby en Colombia en comparación con otros países?

El rugby en Colombia es único por la forma en que constantemente reta a quienes lo practican, y eso es algo que a los colombianos nos encanta: nos apasionan los desafíos. A lo largo de su historia, el rugby en Colombia ha enfrentado obstáculos importantes, lo que ha forjado una mentalidad de resiliencia y superación en los jugadores y equipos.

Además, lo que distingue a Colombia es su gran diversidad regional. Tenemos una variedad de culturas y geografías que hacen que cada región aporte algo diferente al deporte. Esta diversidad genera una competencia interna enriquecedora, ya que cada zona tiene su propio estilo de juego y enfoque. Al mismo tiempo, estas diferencias se complementan, creando una mezcla única de habilidades, estrategias y enfoques que enriquecen el rugby colombiano.

Esta combinación de pasión por los retos y diversidad regional es lo que le da al rugby en Colombia una identidad propia, diferenciándolo de otros países.

Transición a roles de liderazgo:

   – ¿Qué lo motivó a pasar de ser jugador a ocupar roles de liderazgo y gestión dentro del rugby?

En parte fue por la edad, ¡jajaja! Pero más allá de eso, desde que empecé a jugar, noté que había una falta de manos para poder disfrutar del rugby de manera más organizada y efectiva. Comencé ayudando en la organización de los campeonatos, luego asumí el cargo de presidente del comité disciplinario y fui responsable de los jueces en la Liga de Rugby de Barranquilla (LRB). Eventualmente, terminé trabajando en Bogotá como vicepresidente de la liga.

Cuando me mudé a Barranquilla, nos tocó comenzar desde cero, y ahí entendí que no solo necesitábamos jugadores, sino que también era crucial desarrollar jueces, directivos y toda la estructura necesaria para el crecimiento del rugby. Conseguimos capacitaciones en administración deportiva porque sabíamos que para ser exitosos necesitábamos un enfoque integral.

Siempre he pensado que para que yo esté bien, los demás también deben estarlo. De nada sirve tener un club perfecto si compites contra equipos con deficiencias deportivas y administrativas. Además, no se puede tener buen rugby si no hay jueces capacitados ni personas que organicen los campeonatos. Por eso me motivé a tomar roles de liderazgo: para asegurarme de que todos los aspectos del rugby crecieran de manera equilibrada.

   – ¿Cómo ha sido la experiencia de gestionar y apoyar el rugby desde una perspectiva organizacional?

Cuando haces algo con entusiasmo y determinación, siempre encuentras una recompensa. Esto no significa que sea un camino fácil, especialmente cuando se trata de empezar desde cero buscando tanto recursos financieros como humanos. Sin embargo, gestionar el rugby es como cualquier otro proyecto: siempre es gratificante formar parte de algo que te apasiona.

Por supuesto, hay días más fáciles y otros más desafiantes, pero así es la vida. Habrá personas que estarán satisfechas con tu trabajo y otras que aún no estén convencidas, y eso está bien. Lo importante es seguir mostrando resultados, mantener una gestión clara y transparente, y establecer una comunicación constante y efectiva con todos los stakeholders. Al final, lo que realmente cuenta es construir una base sólida y generar confianza en el trabajo que se realiza. Y amar lo que haces.

Contribución en Sudamérica Rugby:

   – Ahora que forma parte del comité ejecutivo de la SAR, ¿cómo cree que su experiencia en Colombia puede contribuir al desarrollo del rugby en toda Sudamérica?

Creo que es una combinación de mis 25 años de experiencia en el rugby y mis 25 años de experiencia profesional. He pasado por varios roles, desde jugador hasta directivo, y en paralelo, he desarrollado una carrera administrativa tanto en el sector público como en el privado. Esta mezcla me permitevalor agregado al comité.

Además, disfruto mucho del trabajo en equipo y estoy seguro de que aprenderé mucho de las personas que integran la SAR. Una vez termine mi curva de adaptación con ellos, confío en que podremos lograr grandes cosas juntos.

En cuanto al rugby, conozco muy bien las necesidades de Colombia, y al escuchar y observar el desarrollo de otros países, me doy cuenta de que no son tan diferentes a las nuestras. En cuanto a  los países que se han unido recientemente a la SAR estos  están recorriendo un camino que nosotros ya hemos transitado, por lo que creo que mi comprensión de esos desafíos será más rápida. Espero poder transmitir este conocimiento para que toda la región avance.

Lo más importante, como mencioné anteriormente, es que para que uno esté bien, todos debemos estarlo. Es fundamental que comprendamos las particularidades de cada país que conforma la SAR y que podamos diseñar planes claros y adaptados para cada grupo de paises en los que se divide la competicion, fomentando el crecimiento conjunto en toda Sudamérica.

   – ¿Cuáles son las áreas clave que considera necesarias para el crecimiento del rugby en la región?

Creo que la SAR ha estado marcando el camino de manera excelente al proporcionar competencias a los seleccionados nacionales en todas sus ramas y categorías, al mismo tiempo que incentiva el desarrollo y la formación del capital humano. Su planificación a cuatro años, enfocada en los grandes eventos en los que se desea competir, como el Mundial, es un paso fundamental hacia el crecimiento del rugby en Sudamérica.

Para continuar este impulso, es esencial mantenernos enfocados en el desarrollo del rugby desde la base. Es fundamental que más niños comiencen a jugar desde una edad temprana, lo que no solo fomentará su participación, sino que también contribuirá a la formación de una nueva generación de jugadores talentosos.

Además, debemos consolidar las competencias locales, creando un entorno competitivo que incentive el crecimiento del deporte en nuestras comunidades. Esto incluye ofrecer más oportunidades para competencias internacionales, enfrentándonos a equipos que estén uno o dos escalones por encima de nosotros. Estas experiencias no solo enriquecerán a nuestros jugadores, sino que también elevarán el nivel del rugby en la región en su conjunto.

Por último, es crucial continuar desarrollando el capital humano, no solo para jugadores, sino también para entrenadores y jueces. Invertir en la formación de estos profesionales es vital para asegurar que el rugby en Sudamérica se desarrolle de manera sostenible y competitiva en todos los niveles.

   – ¿Cómo se ha adaptado su visión del rugby al trabajar a nivel continental?

Creo que me ha ratificado que el rugby es el rugby no importa el lugar, siempre vas a encontrar esta cultura de camaradería y respeto y ganas de tener una experiencia divertida mientras haces deporte. Por otra parte he visto que cuando vas a las bases, es decir los clubes y los torneos locales, te encuentras con contextos y retos muy parecidos obviamente los recursos financieros son diferentes, la respuesta en casos exitosos es la cantidad e capital humano que tienes vinculado al deporte para realizar todas las tareas desde jugador, juez entrenador y administrativo, entre mas gente tengas es mas fácil, y para lograr esto es tener niños de 4 anos en adelante jugando cada temporada y enfrentándose en un torneo organizado donde se garantiza la diversión.  Entonces lo que esto me ratifica es que el desarrollo y el trabajo en equipo son la clave

Reflexión sobre el deporte:

   – ¿Cómo ha impactado el rugby su vida personal y profesional?

El rugby ha tenido un impacto profundo en mi vida, tanto personal como profesional. En el ámbito personal, me ha brindado no solo a mi esposa, sino también a un círculo de amigos entrañables y numerosas anécdotas inolvidables que atesoro. Estas relaciones y experiencias han enriquecido mi vida de maneras que nunca imaginé.

Desde una perspectiva profesional, el rugby me ha enseñado la importancia del trabajo en equipo y del liderazgo a través del ejemplo. He aprendido a afrontar situaciones desafiantes que me sacan de mi zona de confort, lo que me ha permitido crecer y superar mis temores. Este deporte me ha proporcionado habilidades valiosas que aplico en mi vida laboral, donde la colaboración y la resiliencia son fundamentales.

En resumen, el rugby no solo ha moldeado mi carácter, sino que también ha influido positivamente en mi desarrollo personal y profesional.

   – ¿Qué mensaje le daría a los jóvenes que hoy empiezan a jugar rugby en Colombia y en Sudamérica?

Sé perfecto. Esto no significa centrarse únicamente en el marcador o en las victorias; se trata de tu relación contigo mismo, con tu familia y con tus amigos. Ser perfecto significa poder mirar a tus compañeros a los ojos y saber que no los has decepcionado porque les has dicho la verdad. La verdad es que hiciste todo lo que pudiste y que no había nada más que pudieras haber hecho.

Si puedes abordar el juego con sinceridad en la mirada, amor en el corazón y alegría en el alma, entonces eres perfecto.

Planes a futuro:

–  ¿Cómo surge esta oportunidad en Sudamérica Rugby?

Mi relación con Rafael comenzó en 2009, cuando todavía jugaba ultimate, y desde entonces hemos colaborado en la promoción del rugby en el departamento del Atlántico. Un hito significativo en nuestra asociación fue el Torneo de Tres Naciones en 2022, ya él como president de la federacion,  donde tuvimos el privilegio de organizar la participación de las selecciones de Colombia, Brasil y Paraguay en Barranquilla.

Recientemente, con el final del mandato de los miembros del comité directivo de Sudamérica Rugby, surgió la oportunidad de integrar nuevos vocales. Rafael, reconociendo mi experiencia y compromiso con el rugby, me propuso asumir este rol, una oferta que acepté con gran entusiasmo y orgullo. Estoy emocionado por la posibilidad de contribuir al desarrollo del rugby en la región y de trabajar junto a un equipo tan apasionado y poder representar los intereses de Colombia.

   – ¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo dentro de la SAR?

A corto plazo, mi principal objetivo es establecer una vía clara de comunicación entre las federaciones de Colombia, Perú, Venezuela y Costa Rica, Y  la SAR. Como vocal y representante de estas federaciones, es fundamental que pueda transmitir cualquier necesidad de manera efectiva para garantizar respuestas rápidas y adecuadas.

A largo plazo, aspiro a contribuir al fortalecimiento de la colaboración regional, participar en el desarrollo de programas de formación y promover más competencias internacionales. Además, quiero seguir impulsando el crecimiento del rugby entre niños y niñas, asegurando que el deporte se desarrolle de manera inclusiva y sostenible en nuestra región.

   – ¿Qué legado le gustaría dejar en el rugby sudamericano cuando mire hacia atrás en su carrera?

Me gustaría dejar un legado de crecimiento y unidad en el rugby sudamericano. Mi esperanza es haber contribuido al desarrollo de programas de base que incentiven a los jóvenes jugadores a comenzar su trayectoria en el rugby, asegurando que más niños tengan la oportunidad de experimentar este increíble deporte. Además, aspiro a fomentar una cultura de colaboración entre las naciones de nuestra región, creando redes que permitan el aprendizaje compartido y el apoyo mutuo.

Cuando mire hacia atrás en mi carrera, quiero ver una comunidad de rugby que valore la inclusividad, donde todos se sientan bienvenidos y empoderados para contribuir, ya sea en el campo como jugadores, entrenadores o árbitros. En última instancia, mi legado debería reflejar el poder transformador del rugby para construir no solo atletas, sino individuos resilientes y comunidades fuertes.

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