Por. Paula Alejandra González Díaz

Bogotá, Colombia- El rugby es una disciplina que muchas veces pasa por desapercibida en la medida que no es objeto del patrocinio de grandes multinacionales, esto como efecto que no lograba mover pasiones profundas, no obstante, a medida del tiempo se ha venido posicionando en Colombia al ser una actividad de gran interés para personas de diversas edades. Con ello aprobando que este país sudamericano sobresalga en concursos nacionales e internacionales, cabe resaltar que su trayectoria ha sido complicada en cuanto a la atención cultural.

 

Este se desarrolla en una superficie de forma rectangular, enfrentándose dos equipos cada uno con 15 jugadores utilizando un balón ovalado de material sintético o en cuero con un peso aproximado de 410 a 460 gramos, un juego estimado de 80 minutos, divididos en dos tiempos de 40 minutos y 5 minutos de descanso según el reglamento buscando anotar la máxima cantidad de puntos a su oponente. Convirtiéndose en un deporte verdaderamente complejo al tener un gran contacto físico requiriendo destreza, fortaleza física, disciplina y habilidad.

 

En el rugby existen diferentes variaciones el más conocido es el rugby de quince, el rugby league que cuenta con 13 jugadores y el rugby sevens compuesto por 7 integrantes. Sin embargo, se debe tener presente que este deporte tuvo una última participación en los juegos de Paris de 1924 cumpliendo una larga ausencia y buscando desde ese momento su nueva inclusión, la cual se logró el 09 de octubre del 2009, obteniendo nuevamente la incorporación del rugby sevens para la participación de los Juegos Olímpicos de 2016 y 2020.

 

Según su aptitud al deporte se manejan otras modalidades o variedades los cuales son el rugby de playa: maneja un ritmo rápido jugado sobre arena con 5 o 6 jugadores en el campo, partidos de dos tiempos cada uno de 8 minutos con un descanso de 2 a 3 minutos; rugby en silla de ruedas: Los participantes se agrupan en siete clases deportivas que se clasifican del 0.5  para deportistas con  mayor afectación hasta 3.5 que son los más leves, pero todos ellos con afectaciones en extremidades superiores e inferiores (brazos y piernas) con una cantidad de cuatro jugadores por equipo, es permitido el choque entre las mismas sillas, esta modalidad tuvo participación por primera vez en unos juegos paralímpicos en Atlanta en 1996 y por ultimo está el rugby subacuático que es completamente distinto desarrollándose en una piscina con un profundidad de 3.5 a 5 metros.

A la hora de encontrarse en una competencia los deportistas muestran su prioridad que es la velocidad teniendo como eje en el juego la fuerza, potencia y práctica de la técnica de una constante velocidad. Llevan cascos, prendas protectoras, hombreras, vendas, tapones, botines y protectores bucales. En el rugby subacuático cambia su vestimenta a un traje de baño, un gorro que identifique al deportista contando con un equipo básico de buceo.

 

El público se mantiene concentrado a cada instante y segundo de dicha competencia entrando en el papel de espectador entusiasta, es allí donde se conmociona y se escuchan gritos, silbidos y demás alentando a los deportistas, generando al competidor ánimos y más dedicación para lograr su objetivo propuesto. Su garganta parece desgarrarse cuando ve pasar corriendo a los equipos de un lado a otro.

 

Como es usual en cualquier deporte, este transmite ciertas emociones y mueve fibras en sus asistentes, se rige de una normatividad que debe ser cumplida por el deportista, impuesto por la Federación Colombiana de Rugby, estas cambian dependiendo el tipo de competencia al cual se vaya a enfrentar. Al regir cada uno de los aspectos mencionados, es allí donde este deporte demanda un alta preparación física y mental, por lo tanto, es considerado un deporte aeróbico que solicita ritmos constantes de oxígeno. En él se combina fuerza, habilidad y resistencia. Siempre se acondicionan a sí mismos ya que resisten todo el recorrido en el campo hasta finalizar el juego.