Por Andrés Roberto Gómez Castaño
Los Juegos Deportivos Nacionales máximo evento deportivo del país, en resumen, los juegos olímpicos deportivos de Colombia, en este año tienen una connotación muy especial para los amantes del mundo de la ovalada. El rugby ingresa por primera vez a este programa deportivo, en la modalidad de rugby seven, tanto en la rama femenina como la masculina en categoría mayores y/o abierta.
Este gran paso que se logró, tiene una historia reciente que se basa en la aspiración a que nuestro deporte pudiera estar en estas máximas justas deportivas. Después de este gran paso viene otro gran salto a considerar y es, como de forma inteligente, las ligas deportivas ya clasificadas a este máximo evento aprovechan para generar mayor apoyo económico con sus institutos de deportes, en diferentes líneas de inversión como: pago entrenadores, compra implementación deportiva, dotación deportiva y mejor y mayor utilización de escenarios para el rugby en sus actividades domesticas.
El reto es grande. La utilización, ejecución y rendición de cuentas de estos recursos deberán estar apegados a la norma. Las ligas deberán hacer sus respectivos ajustes en el personal fuera del campo de juego de ser requeridos, para cumplir los objetos contractuales que se deriven de este apoyo, y que este sea un buen espacio para seguir generando confianza en la inversión desde lo público, con rendiciones de cuentas en la normatividad.
Por otra parte, las academias deportivas impulsadas conceptualmente y cofinanciadas en una parte inicialmente por la federación, deberán ser asumidas por las respectivas ligas en su manejo y gestión de recursos, buscando una inversión mayor de los entes deportivos departamentales y municipales, según el caso, para seguir construyendo bases para el rendimiento.
Con este nuevo panorama y con un deporte dentro del programa de los Juegos Nacionales, indudablemente se abre una ventana de oportunidad única para poder tener una mejor línea de base y cimientos, pensando en mejores jugadores, mejores clubes y sobre todo, mejor estructura conducente al alto rendimiento. En este último aspecto, pudimos tener un recurso importante durante cuatro años por una buena gestión con los recursos del subsidio, por parte de Solidaridad Olímpica. El mismo en su inicio, contribuyo al desarrollo en algunas ligas y después se le dio un enfoque más hacia el rendimiento.
Este programa, cómo es bien sabido, culmina para la federación con la ejecución del 2018 pendiente por entregar algunos recursos. Sin embargo, el reto será bajo el principio de complementariedad y continuidad de como las ligas con capitales alternativos, fuentes de financiación extras de sus entes o aliados, siguen en este camino de construir el rendimiento desde la región.