Por: Jarvi Augusto Escobar S.

Coordinador de Comunicaciones

Federación Colombiana de Rugby

 

Volver a Japón será una oportunidad maravillosa para el rugby de Colombia, tanto en su formación humana, como su preparación deportiva. El año pasado cuando una delegación de juveniles femeninas viajó a Gujo no se cansaron de contar experiencias y anécdotas gratificantes. Además las fotos que se tomaron en territorio japonés se convirtieron en reliquias para ellas.

En el dialogo permanece la gratitud de las colombianas con los japoneses por su calidad de anfitriones, y quedó la admiración por su organización y la forma como cuidan el medio ambiente.

Un nuevo viaje lleno de expectativas y sueños. Las deportistas que ya fueron regresan con la intención de ahondar más en la cultura, y las que por primera vez irán tienen la esperanza de descubrir un nuevo mundo.

El rugby les ha permitido transformar sus vidas. Muchas de ellas de afrontar situaciones y problemáticas difíciles en sus barrios, pero con este deporte han logrado volverse referentes de sus comunidades, sus ciudades y su país.

El rugby ha sido escuela de valores, de persistencia, de disciplina, de solidaridad, y eso lo ha entendido cada una de sus protagonistas. Se han forjado a pulso, y la H gigante que ven en cada entrenamiento de rugby les marca el camino de la humildad.

Son grandes. Son guerreras. Se preparan para hacer historia, y de hecho han labrado capítulos memorables como la clasificación a los Olímpicos de Río 2016, en Juegos Centroamericanos y del Caribe son campeonas consecutivas en Veracruz 2014 y Barranquilla 2018. Y recientemente clasificaron a los Panamericanos en Perú, y al repechaje de los Olímpicos Tokyo 2020.

También con las más jóvenes clasificaron a los Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 y fueron cuartas. Lo que significa que hay presente y futuro. Son mujeres llenas de vigor, de sueños y de valores.

“Allí en Japón vamos a tener el Grupo unido. Será muy interesante descubrir juntos una nueva cultura, un lugar donde el rugby está creciendo demasiado, y donde le están poniendo muchas ganas. Además son grandes anfitriones”. Manifestó David Jaramillo, entrenador de las selecciones nacionales de rugby.

El rugby en Colombia cada vez se convierte en un deporte más popular. La cifra de practicantes ascendió a 18.000, y una buena parte son mujeres, gracias al enfoque y la voluntad que la Federación Colombiana de Rugby le ha dado a fortalecer entre las damas esta disciplina deportiva.

No es casualidad que recientemente haya venido a Colombia la gerente del rugby femenino de World Rugby Katie Sadlier. Estamos convencidos que es porque ven potencial en Colombia y saben que dentro y fuera del campo de juego se está gestando liderazgo.

De hecho Katie Sadlier en su presencia en territorio colombiano señaló que en Colombia solo el año anterior creció el 32 % el número de jugadoras. Una cifra que hace sentir orgulloso al rugby colombiano.

En los medios de comunicación nacionales ya es habitual escuchar noticias de rugby femenino. Ellas cuentan que antes la gente, casi ni sus familias sabían de qué deportes les estaban hablando. Ahora sí. Se convirtió en un deporte de familia, y que cada vez llegan nuevas jugadoras con la curiosidad y la pasión por practicarlo.

Japón es un nombre que tienen en mente, y que se asocia con rugby y deporte de alto nivel, así como ejemplar organización. La delegación sabe que allí será el Mundial de rugby este año, y muchas miradas estarán pendientes.

También saben que en Japón serán los Juegos Olímpicos del próximo año, y eso sí que les hace soñar, de volver a una cita deportiva como esa, donde confluyen los más connotados deportistas a nivel mundial, y donde Colombia grabó su nombre con el rugby femenino en los pasados olímpicos.

El rugby femenino en Colombia seguirá su trabajo incansable de cautivar más jugadoras y fortalecer las figuraciones internacionales, e intercambios como los propiciados en Japón les permitirán crecer y guardar en sus mentes momentos inolvidables.

Es el rugby el que les permite trascender fronteras, afianzar amistades, compartir culturas y hacer de sus vidas unos pasajes de felicidad gracias al deporte.