Por: Naty Gómez
@Natigoza
En un pequeño parque al norte de la ciudad de Bogotá y muy lejos de su casa, en un lugar lleno de barro, huecos, con un caño al lado y poca luz aprendió del rugby, de sus reglas y valores, de lo que crea dentro del corazón y mente de quienes se involucran con este deporte.
Oscar Steven Forero Fandiño tiene 29 años. En este momento no hace parte de la Liga de Rugby de Bogotá de forma oficial como entrenador, pero ha adelantado varios de los procesos con los equipos M16 y M18 de la LRB tanto en femenino como masculino, al igual como oficial de desarrollo de la LRB se ha desempeñado en la promoción y difusión del deporte en los espacios académicos distritales y privados de la ciudad buscando nuevos participantes y adelantando diferentes programas con alcaldías locales y el IDRD (Muévete Escolar, TEC y Escuelas de su Barrio)
“De forma rápida aprendí y empecé a destacarme un poco en el equipo y vinieron los primeros triales y convocatorias para selección Bogotá y Colombia. Participé en Medellín acompañado de Fernando Tomasello de las primeras concentraciones juveniles y en esa época era hooker, así que pues fue un aprendizaje y un enfoque de que por ahí no era mi desarrollo como jugador. Luego participé de algunos Iberoamericanos con el Seleccionado Sub 23 en esa misma posición con grandes personas que después llegaríamos a Tucanes, circunstancias de mi club me llevaron a pasar a la posición donde pude desarrollar más mis capacidades y lograr participar desde 2012 en tucanes 7s y 15s como medio scrum. Fue un gran logro y un lindo proceso de crecimiento como jugador y persona. Creo que todo ese camino recorrido me motivó a permanecer activo y constante en el Rugby nacional” dice Forero.
¿Qué lo motivó a hacer parte del rugby?
“Bueno creo que como muchos en nuestro país encontramos de forma muy casual el Rugby o bueno en esa época 2008 era un poco menos conocido. En mis primeros días como universitario y con 17 años buscaba algún deporte diferente en el que participar y encontré a varios de los que son hoy mis amigos (Juan Carlos Castro, Luis Jiménez) y mentores haciendo una convocatoria para el equipo Minotauros Rugby de la U. Militar, donde me inscribí sin muchas pretensiones, pero con ganas de aprender algo diferente y aprovechar de forma alternativa la nueva época universitaria.
¿Hace cuánto está cómo entrenador del rugby?
“Mi primera experiencia como entrenador se remonta en el 2011 en la Universidad Militar de donde soy egresado, empecé mi labor debido a la inclusión del rugby en los deportes universitarios y torneos ASCUN, fui invitado a hacerme cargo del equipo por parte del jefe de bienestar y liderar la representación de la universidad, durante este periodo fungía como jugador y entrenador y fue una etapa de aprendizaje y desarrollo del estilo y forma de coaching. Después el punto donde determino mi interés por ser entrenador y dedicarme completamente fue al salir egresado de la Universidad y recibir la invitación a entrenar un equipo de niños y niñas en la Localidad de Ciudad Bolívar, una de las más difíciles y apartadas de la ciudad, el trabajo con estos pequeños (Colombianitos) me llevo a sentir la retribución emocional y afectiva de enseñar y compartir un conocimiento con las personas, lo cual determinó mi interés de continuar esta senda.
Luego fui enviado por la Federación Colombiana de Rugby a realizar el curso de educador a Buenos Aires, donde compartí espacios con grandes personas del rugby Sudamericano como el “Negro” Martin Gaitán, ex Puma y entrenador de los Jaguares, Mauricio Reggardio ex Puma y entrenador en Francia y otras grandes personalidades del rugby del continente y fue un aliciente a continuar la formación y el trabajo con los diferentes equipos a mi cargo. Me involucré con Minotauros también en forma de entrenador y éste es un pequeño resumen de como he pasado mi vida de entrenador y jugador al tiempo.”
Hablemos de su historia de vida. ¿A qué te dedicas aparte de ser entrenador de rugby?
“Provengo de una familia unida y numerosa donde vivíamos 16 personas y con muchos primos, abuelos, tíos que nos criamos juntos; mi núcleo estaba conformado por mamá, papá y hermana. Los cuatro siempre muy unidos hasta mi época universitaria. Mi formación fue siempre en un colegio parroquial con muy buenos profesores y con una disciplina ejemplar, me gustó siempre participar en grupos representativos y tuve la oportunidad de viajar a Chile con el grupo artístico del colegio desde ahí nació mi interés por viajar y conocer más de diferentes formas de vivir y ver el mundo.”
“Mi profesión es un poco distante de lo que es el deporte, pero de algún modo lo he logrado asociar desde el entorno dirigencial, soy Internacionalista y Politólogo de la Universidad Militar de Bogotá y en realidad me desempeñaba muy bien y tenia muy buenos resultados académicos, me gradué con honores, pero como lo dije antes, el trabajar con los niños me mostró una nueva ventana de desarrollo personal a pesar de mi formación académica.”
“Desde 2013 me he desempeñado como presidente de Minotauros Rugby Club y con un grupo de trabajo muy diligente y con la misma pasión que la mía logramos posicionar al equipo dentro de los mejores cinco del país y con muchos proyectos de continuar los procesos tanto de desarrollo como de rendimiento. Mi vida laboral se resume en vivir del y para el rugby, soy entrenador de la UMNG, entrenador de MRC y Entrenador del programa de Escuelas deportivas de la Alcaldía Local de Barrios Unidos en la actualidad.”
¿Cuáles han sido esos momentos difíciles por los que ha tenido que pasar en su vida y qué enseñanzas le ha dejado?
“Creo que el momento más duro o que tengo presente y lo asocio fue la muerte de mi mamá con la cual éramos muy unidos y teníamos una muy buena relación, durante la enfermedad fue un proceso de adaptación hacia las cosas que podía y no podía hacer, pero siempre se mantuvo activa y contaba mucho con ella en mi parte académica y deportiva, siempre fue un apoyo constante y con muy buenas enseñanzas. El momento de su partida determinó mi visión de cómo afrontar los problemas y las perdidas no fue traumático, pero si extrañaba cosas de su presencia, lo tomé con alegría de que pudiese estar mejor y aprendí que somos circunstanciales y perecederos, finitos y agotables, así que se debe amar lo que se hace, vivir con alegría entregando a otros lo que pueda uno brindar y no ponerle mucho misterio y cuidado a las cosas que no te llenan de energía positiva. Creo ese fue el aprendizaje de ese momento para la vida.”
El momento más feliz de su vida y ¿por qué?
“Siempre es difícil responder a esa pregunta, resumir muchos momentos de felicidad y regocijo para mi es complicado creo que siempre los encuentro cuando por las circunstancias del deporte, del trabajo, de la vida me encuentro en grandes paisajes y lugares con encanto disfrutando cosas que pensé no haría y tener esos recuerdos me hacen sonreír y de pronto querer más, ya sabemos es difícil que siempre estemos satisfechos.”
¿Qué valores resalta del rugby?
“Lo que más destaco es la solidaridad y la pasión que despierta nuestro deporte a nivel mundial, es fácil identificarse con otros jugadores en todo el mundo por que es algo esencial que siempre está sin importar el idioma o la raza, cada jugador se siente orgulloso de su club, de su selección y trabaja con amor por ello así sea de forma amateur. Esos valores son los que nos unen y nos distinguen en muchos casos junto con el respeto dentro del campo de juego.”
¿Cómo ve el nivel del rugby en Colombia?
“Nuestro país atraviesa un momento histórico y seguro se seguirán dando muchos otros hitos que nos harán seguir escribiendo nuevos momentos memorables, lo que han hecho las chicas desde los Olímpicos, los hombres desde su participación en la categoría A de Sudamérica, la posible franquicia colombiana y el mundial femenino son cosas asombrosas e inimaginables hace algunos años, esa cara al mundo de nuestro rugby denota la capacidad y gestión desde el interior; pero sabemos aún hay muchas cosas por potenciar y ordenar desde cada una de las regiones para hacer un rugby más solido y robusto que permita ser más competitivo dando mayor potencial a cada uno de nuestros clubes y seleccionados regionales. Buscando dar la talla a nivel internacional en el que ya estamos incluidos y se nos está poniendo atención como un país emergente de la región, la velocidad en que se genere esta paridad de nivel al interior del país denotará muchas más oportunidades para el rugby colombiano dando mayor visibilidad, generando una industria creciente de entretenimiento donde se de un rugby competitivo desde las ligas tradicionales y emergentes redundando en resultados internacionales, todo es trabajo diario y convicción la apuesta por el desarrollo y el enfoque en el rendimiento.”
Ahora que estamos pasando por esta pandemia, ¿cómo se encuentra usted, su entorno y qué enseñanza le deja esta pandemia?
“Este año ha sido un poco convulso y atípico en lo personal y obvio a nivel global. En enero tuve un accidente que me alejó de la cancha desde ese momento la recuperación ha sido rápida y desde lo mental he querido regresar lo más rápido. Después de 11 años de rugby sin parar es difícil alejarse de un momento a otro.”
“Así que ha sido un reto en lo físico y en lo mental por mantenernos fuertes y unidos con el equipo tanto el club, selección Bogotá y Tucanes ya que es difícil tanto tiempo lejos sin poder entrenar, socializar y seguir mejorando, las estrategias virtuales y actividades diversas mantienen el interés trabajando de manera colectiva y cooperativa.”
“En lo familiar ha sido una buena oportunidad para estar más tiempo juntos, compartir responsabilidades y deberes, así como conocer un poco más del otro, un tiempo valioso y bien aprovechado.”
“Como aprendizaje la pandemia me deja claro que, a pesar de nuestros planes y proyectos siempre hay algo mucho más grande que lo puede truncar donde somos finitos y no sabemos en qué momento no lo podremos hacer más, así que valoro aún más el presente que el futuro y creo que si uno hoy se siente feliz, en el lugar que debe estar, que esta haciéndolas bien es muy bueno y si no lo está debe buscar como después de este cambio radical del mundo encontrar estarlo y realizarlo, no sabemos cuándo nuestro tiempo se agote.”
¿Cómo están entrenando actualmente debido a la pandemia?
“Actualmente tenemos trabajos desde selección Colombia donde se realiza actividad física durante dos sesiones grupales y una individual, trabajo de destrezas tres días a la semana y algunas reuniones de análisis de video y plan de juego dos veces por semana, en selección Bogotá entrenamos tres días a la semana, sesiones físicas y los sábados un poco plan de juego y sistema de manera colectiva desde las plataformas virtuales, y con el club estamos realizando charlas, seminarios y conversatorios buscando unificar criterios y alternativas de mejoramiento en lo individual para cuando podamos reunirnos estar mucho mejor conceptualmente frente al rugby. En ese sentido he sido afortunado cerca a mi casa tengo una pequeña cancha de césped y he podido realizar las actividades de destrezas de rugby para retomar después del accidente con la mejor disposición. Así que estamos bastante activos a pesar del distanciamiento social”.
¿Qué viene para usted?
“Bueno estamos muy atentos de las disposiciones del gobierno central y el distrital para iniciar actividades, a pesar de que en las circulares emitidas por el Ministerio del Deporte nuestra disciplina está entre las ultimas en entrar en actividad, pretendemos que con grupos reducidos y trabajos específicos podamos empezar a entrenar. El ámbito universitario que es donde trabajo también tiene ciertas incertidumbres respecto a la reactivación así que como mejoren las condiciones epidemiológicas será la vuelta a la cancha y a las actividades habituales.”
“En lo deportivo espero estar a punto para la llegada de una probable franquicia al país y unas ventanas internacionales para el seleccionado nacional, iniciar un nuevo proceso para juegos nacionales con selección Bogotá y apoyar mucho el crecimiento de mi ciudad potenciando el Centro que se instaurará por parte de la Federación Colombiana de Rugby.”
“Todo es incierto ahora mismo, pero confiamos y nos mantenemos unidos mediante el rugby y es algo que nos hace sentir orgullosos de nuestro deporte, ayudamos a muchos en estos momentos duros y esperamos seguir construyendo para un rugby mucho más grande y solidario.”